Estimados graduandos, representa una gran satisfacción y un honor para mí felicitarlos en nombre de todas las autoridades de la Facultad de Ciencias. Celebramos hoy el éxito que han obtenido, con mucho compromiso y dedicación, durante todos estos años, que han sido particularmente acontecidos y difíciles. Estamos enormemente complacidos con sus logros y los felicito especialmente por sortear todas las dificultades que se les presentaron para alcanzar su título en esta prestigiosa Universidad Central de Venezuela. Agradecemos también a los miembros de su familia por su paciencia y comprensión, a los amigos cercanos que los apoyaron y los impregnaron de motivación y ánimo. También felicito a los tutores de los diferentes trabajos de grado y tesis doctorales, por la gran satisfacción que produce la misión cumplida. A todos muchísimas gracias y celebremos el honor que representa este reconocimiento y el éxito alcanzado.

Con este acto de imposición de medallas nuestra Facultad de Ciencias reconoce y agasaja a los nuevos egresados de postgrado de nuestra casa de estudios, reafirma su carácter de institución pionera en la enseñanza de las ciencias en Venezuela y además confirma su compromiso con la excelencia académica, hecho que la sitúa en la vanguardia de la formación y de estar al servicio de los intereses primordiales de nuestra nación.

El 3 de marzo de 1958, el Consejo Académico de la Universidad Central de Venezuela procedió a crear la Facultad de Ciencias, integrando sus tres precursoras escuelas. La Escuela de Biología, que surgía de la creación del Departamento de Ciencias Naturales en 1946, siendo su principal promotor, el médico y botánico Tobías Lasser; la Escuela de Física y Matemática, proveniente de la Facultad de Ingeniería, fue impulsada y dirigida por Manuel Bemporad y la Escuela de Química originada en la Facultad de Farmacia y liderada por el notable investigador Werner Jaffé.  En sus inicios la Escuela de Biología estaba organizada en siete Departamentos; actualmente está conformada por cinco: Biología Celular, Botánica, Ecología, Tecnología de Alimentos y Zoología. La Escuela de Química actualmente consta de tres departamentos: Química, Tecnología y Geoquímica. Además, coexiste en la Escuela de Química la Licenciatura en Geoquímica, nacida en 1996.

En 1955 inicialmente se constituye el Instituto de Química, adscrito a la Facultad de Ingeniería hasta 1958 cuando pasa a la Facultad de Ciencias, y luego se va a convertir en el actual Instituto de Ciencias de la Tierra, en el año 1963. Bajo la dirección del Dr. Augusto Bonazzi se orientan las investigaciones iniciales hacia las áreas de pedología y geoquímica. A finales de los años 60 salen del país, algunos estudiantes del Dr. Bonazzi, a realizar estudios de cuarto nivel (Doctorado en Geoquímica) e inicia el desarrollo de la geoquímica en nuestro país.

En 1974, comienzan los estudios de postgrado en nuestra facultad con la creación del curso en Geoquímica y a partir de 1976 empiezan los estudios de cuarto nivel de Física, Matemática y Ciencia y Tecnología de Alimentos. A principios de los años ochenta se originan los estudios de postgrado de Ecología y Química respectivamente, sucedidos por los de Biología Celular, Botánica y Zoología. En el año 1986 se crean los postgrados en Instrumentación y Ciencias de la Computación. En 1998 los de Física Médica y el de Modelos Aleatorios y finalmente, en 2002 el programa de Geoquímica de Hidrocarburos. Nos corresponde en este festivo acto conmemorar el L aniversario de la creación del Postgrado de Geoquímica.

El primer postgrado de la Facultad de Ciencias, con programas de Maestría y Doctorado, fue aprobado por el Consejo Universitario en 1974, constituyéndose en un proyecto interfacultades donde participaba el Departamento de Geología de la Escuela de Geología, Minas y Geofísica de la Facultad de Ingeniería, el Departamento de Química de la Escuela de Química y el Instituto de Química (actual Instituto de Ciencias de la Tierra) de la Facultad de Ciencias. La creación y organización original del Postgrado en Geoquímica estuvo a cargo de insignes profesores e investigadores cuya claridad y visión de futuro les permitió constituir un aspecto central para el desarrollo de nuestra institución. Carlos López Eyzaguirre, fue director del Instituto de Química con doctorado en el Colorado School of Mines-EEUU, Claudio Bifano, Doctor en Química en la Universidad de California, San Diego-La Jolla, Jean Pasquali, Doctor en Geoquímica en el Colorado School of Mines, y los doctores Armando Ramírez, Henry Briceño, (Ingeniero Geólogo – Doctor en Geoquímica), Alfredo Menéndez, Nicolás G. Muñoz, Enrique Navarro, Francisco Santamaría y Franco Urbani.

El proyecto que data de 1973, señala la necesidad de una considerable cantidad de revistas y de laboratorios costosos, sin embargo, estos requerimientos estaban esparcidos en distintas instituciones y eran asequibles. Cabe destacar como rasgo importante del proyecto que no fue necesario tener todos los recursos, sino que se identificaron las facilidades donde quiera que estuvieran y así podrían usarse en el desarrollo del mismo. Se puede afirmar que si existen recursos humanos uno puede crear las condiciones haciendo un uso inteligente de ellos. Esta postura abrió el sendero para la creación de otros programas de postgrado en nuestra facultad en los años subsiguientes. Estos 50 años del Postgrado en Geoquímica significan 50 años de actividad del postgrado de la Facultad de Ciencias.

Luego, de la misma forma, otros profesores que han participado en el crecimiento del Instituto de Ciencias de la Tierra y del postgrado realizaron sus estudios de cuarto nivel (Doctorado) en nuestro país. El Profesor Marcos Escobar, Licenciado en Química, Doctor en Ciencias mención Geoquímica, en la UCV fue el primero en obtener su título en el postgrado de Geoquímica. La Doctora Anna Gann, fue la primera mujer en egresar del Postgrado en Geoquímica. Igualmente, Eulogio Martínez, Juan Torres, Marcos Escobar, Ramón Sifontes (Doctor en Geología) Liliana López, José Luis Mogollón, Tomaso Tosiani, Manuel Martínez, Carlos Yanes, Williams Meléndez, Ramón Montero, José Gregorio Centeno, Salvador Lo Mónaco, Patricia Lugo, Katya Reategui, Grony Garbán, Delia Visbal y Karla Quintero entre otros muy destacados profesores y dedicados investigadores.

Estos programas tienen como objeto la formación de personal calificado en el campo de la Geoquímica, para ejercer la docencia e investigación, así como para su desempeño en el ejercicio profesional, tanto en la industria como en el sector oficial. Están dirigidos a proporcionar al estudiante, una sólida formación básica que le permita enfocarse en la solución de problemas prácticos. En el Programa de Postgrado en Geoquímica, se forman profesionales de cuarto nivel necesarios para resolver problemas en áreas relacionadas con prospección, exploración y origen de depósitos minerales, en el estudio de exploración y producción de hidrocarburos y en estudios de geoquímica ambiental, esto es, personal capacitado que pueda contribuir al conocimiento de los recursos minerales del país y al aprovechamiento racional de los mismos, a fin de minimizar el deterioro y la contaminación del medio ambiente.

Teniendo en cuenta su naturaleza, la Geoquímica es útil para la solución de muchos problemas prácticos, tal como se ha expresado, pero debido a posibles desarrollos futuros en áreas de interés estratégico para el país es necesario estar preparados para contar con profesionales con formación para la investigación científica, para el sector académico y sobre todo expertos de alto nivel para la industria. La Maestría y el Doctorado para la formación de profesionales necesarios para las instituciones académicas y de un sector industrial avanzado y la Especialización para la demanda de la industria y el sector productor de servicios con que contamos.

Debo felicitar a todos los miembros de la comunidad del Instituto de Ciencias de la Tierra, por el gran trabajo realizado durante los 50 años de existencia de estos programas de postgrado. Nuestro primer postgrado ha sido producto del desarrollo de la Educación Superior en Venezuela y de la importancia que ha cobrado para todas las naciones la actividad científica y sus aplicaciones en la resolución de los problemas que enfrenta la sociedad. Celebramos que el Instituto de Ciencias de la Tierra, junto a las Facultades concurrentes en los postgrados de Geociencias, sigan trabajando para aportar ideas para el progreso de la Sociedad Venezolana. Sentimos júbilo por la celebración de estos 50 años de fundación debido a que festejamos la construcción de una buena parte de la actividad científica venezolana en dicha área.

A través del postgrado la universidad no sólo es fiel a su misión sino que se reproduce y se renueva. Cuando los programas de postgrado son los adecuados, inmersos dentro de las líneas de investigación de los diversos laboratorios y centros, y se ejecutan correctamente, el postgrado, se convierte en un articulador muy efectivo de las distintas funciones universitarias: la formación de profesionales, la generación de conocimiento y la extensión, en el sentido de la aplicación de lo generado en la sociedad. Esta ubicación privilegiada, al centro de la actividad académica le confiere al postgrado un gran poder y es así como con frecuencia tiene profundo impacto en la propia institución, acercando disciplinas y anticipándose a la creación de nuevas estructuras. El postgrado siempre es transformador, revolucionario e influye en la actualización curricular del pregrado y contribuye directamente a la renovación del capital humano indispensable para el sostenimiento de la institución universitaria.

Uno de los aspectos distintivos del postgrado es su dinamismo. Se forman constantemente nuevos programas y los planes de estudio se renuevan periódicamente debido a las exigencias profesionales planteadas por la sociedad. Se trata de una situación mucho más cambiante y dinámica que en el pregrado.  Esto le confiere al postgrado un potencial creativo que lo caracteriza, pero al mismo tiempo le otorga cierta fragilidad, hecho por el cual debemos periódicamente revisar la calidad de los programas y su penetración en el sector productivo y académico. De esto deriva la relevancia de los procesos, internos y externos, que aseguran y mantienen la perfección y excelencia de los programas. La Facultad de Ciencias debe distinguirse en la universidad por su compromiso con los procesos de acreditación y en eso debemos trabajar con dedicación.

Hemos sido capaces sustentar nuestra misión académica contra adversidades de la más diversa naturaleza, manteniendo nuestro compromiso irrenunciable con la excelencia. Es equivocado pensar que los universitarios defendemos lo nuestro, no es así, sino que estamos convencidos que con la orientación correcta podremos realizar más y mejores aportes a la sociedad. Las universidades son instituciones al servicio de la nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales. La existencia plena del estado de derecho es indispensable para que las universidades puedan formar profesionales comprometidos con la democracia, la justicia social y la solidaridad. En este sentido, cumpliendo con nuestro papel orientador, invitamos a toda la población de nuestro país, y en especial a la comunidad universitaria, a ejercer su derecho al voto y a manifestar su opinión ya que la elección presidencial del 28 de julio próximo representa una posibilidad real de iniciar un proceso de normalización de la vida política, social y económica del país.

Hoy se le ha impuesto su medalla a un total de 18 graduandos de postgrado. Esta promoción está compuesta por 10 doctores en Ciencias y 8 magísteres scientiarum, discriminados de la siguiente manera: 1 doctor con mención en Ciencias y Tecnología de Alimentos, 4 doctores con mención en Ciencias de la Computación, 1  magister con mención en Ciencias de la Computación, 1 magister con mención en  Física, 2 magísteres con mención en Física Médica, 1 magister con mención en matemática, 1 magister con mención en Modelos Aleatorios,  2 magísteres mención en Geoquímica y 5 doctores con mención en Química. Llevan ustedes estampados el sello indeleble de una comunidad que ve el futuro del país a partir del desarrollo de la investigación científica y tecnológica.

Agradezco la presencia en este acto de los miembros de la Coral de la Facultad de Ciencias y saludo particularmente a su director el Dr. Gabriel Abellán, egresado del postgrado en Física y recientemente ganador de un Concurso de Oposición para optar al cargo de Profesor Asociado de nuestra Escuela de Física. Felicitamos al Dr. Abellán por sus logros y en especial por el trabajo que está realizando como director de la Coral de la Facultad de Ciencias, un trabajo de una calidad excepcional.

Agradezco a la Doctora Lisseta D’Onofrio, por haber aceptado la importante tarea de ser la Oradora de Orden de este insigne acto, ya que para la comunidad de nuestra Facultad resulta un gran honor contar con su invaluable presencia, en virtud del significado que reviste su persona, en la consolidación y desarrollo de nuestra universidad, creando, organizando y encargándose del funcionamiento administrativo y gerencial de la institución. La profesora Lisseta D’ Onofrio es una incansable luchadora, colega y amiga de la Escuela de Física que tiene una gran trayectoria académica, siendo autora de una variada cantidad de artículos y monografías en un área tan importante para el país como es la Física Experimental del Estado Sólido, magnetismo en la materia condensada, nanosistemas, mineralogía del hierro, anomalías magnéticas en yacimientos de hidrocarburos e Instrumentación científica.

Ha participado en la formación de muchos estudiantes a nivel de pregrado y de postgrado, aspecto que ha combinado magistralmente con su dedicación a favor del crecimiento de la facultad. Ha sido Coordinadora del Centro de Física Experimental del Sólido, Coordinadora del Postgrado en Física y del Postgrado en Física Médica y primera directora de la Escuela de Física, en el año 1998. Muchísimas gracias, Profesora Lisseta, por su presencia en este acto y por su enorme dedicación a la institución.

Estimados graduandos, deseamos que sean efectivos portadores de lo que la Universidad ha sido capaz de entregarles. Que sigan desarrollándose en sus áreas de especialidad manteniendo el liderazgo que ya han demostrado. Que esta imposición de medallas de postgrado los impulse a seguir avanzando, cosechando nuevos éxitos y prosperando, profesionalmente, contribuyendo, como lo han venido haciendo al desarrollo de la nación y de la humanidad.

Me siento muy orgulloso de todos ustedes y les expreso mis respetos y mis sentimientos de estima y consideración.

Muchas gracias.