Así como el exceso de minerales como el hierro eleva el riesgo de sufrir diabetes, cirrosis, insuficiencia cardíaca y otras enfermedades crónicas en las personas, una cantidad anormalmente alta de nutrientes inorgánicos, principalmente nitrógeno y fósforo, puede contaminar masas de agua al punto de volverlas inviables para sustentar la vida y para su uso y consumo por parte de la población. Este fenómeno, conocido como eutrofización, es el responsable del “verdín” en el Lago de Maracaibo, nombre común con el que se conoce a una cianobacteria que, además de teñir de verde la superficie del agua, es capaz de producir trastornos de salud.

Más potente que el cianuro

El verdín (Microcystis aeruginosa), debido al alto número de células que lo componen, impide que la luz solar penetre hasta las capas más profundas del lago, lo que limita la fotosíntesis y transforma el medio acuático en anóxico (sin oxígeno) cuando se descompone. En estas condiciones, el oxígeno disuelto desciende drásticamente y los peces se asfixian. Pero este no es el peor de los escenarios. Ciertas especies de verdín pueden contener toxinas que atacan el sistema nervioso central, dañan el hígado, irritan la piel y coagulan la sangre.

“Algunas de esas cianotoxinas pueden ser más potentes que el cianuro y pueden causar la muerte”, explicó el doctor Ernesto González Rivas, jefe del Laboratorio de Limnología del Instituto de Biología Experimental (IBE) de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Punto Focal de Venezuela en el Programa de Aguas de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS), sirviendo de enlace entre esta red y la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN).

Durante un seminario de la ACFIMAN ofrecido en el Palacio de las Academias, el doctor González aclaró que los tratamientos convencionales de agua no sirven para remover esas cianotoxinas. “Hay muchos métodos para tratar la eutrofización, pero no hay soluciones mágicas ni inmediatas. Es un problema complejo, por lo tanto, su solución no es sencilla”, indicó el experto. “No hay una única medida de control que ataque todos los problemas a la vez o los resuelva”.

¿En qué consiste la eutrofización?

Se entiende por eutrofización el exceso de nutrientes en lagos y embalses, básicamente, que traen como consecuencia el aumento de la productividad biológica. “Casi la mitad de los sistemas acuáticos del mundo están eutrofizados, es decir, que es un grave problema”, señaló el limnólogo de la UCV.

En Venezuela, se ha detectado eutrofización en el Embalse La Mariposa (Caracas), Embalse de Zuata (Aragua), Lago de Valencia (Carabobo), Embalse de Camatagua (Aragua, principal reservorio de agua potable de Caracas), Embalse La Pereza (Miranda) y Lago de Maracaibo (Zulia), entre otros ambientes.

Fuera de nuestras fronteras también hay numerosos casos de eutrofización, como en los Lagos Erie y St. Clair (Estados Unidos y Canadá).

Los nutrientes y sus fuentes

Los nutrientes provienen de tres grandes fuentes: la atmósfera, las precipitaciones y la litósfera, de la que procede el fósforo. “Cuando ingresa más fósforo debido a la acción humana (fertilizantes y aguas de desecho), empieza la eutrofización”, dijo el doctor González.

A su vez, los nutrientes de dichas fuentes llegan a las aguas de dos formas: difusa o no puntual (carreteras, precipitaciones, campos agrícolas), que es la más difícil de controlar; y puntual, como las aguas servidas, industriales o de un río contaminado.

Aunque la eutrofización es el envejecimiento natural de los lagos que conduce a su eventual desaparición, “la acción humana se ha encargado de que este proceso que lleva siglos pueda ocurrir en pocas décadas”, sostuvo el Punto Focal de Venezuela en el Programa de Aguas de IANAS. “Los lagos son efímeros, lo que pasa es que nosotros somos más efímeros en tiempo geológico y no lo vemos”.

Orígenes del verdín en Maracaibo

El verdín en el Lago de Maracaibo es un problema de vieja data, pero su intensidad actual está generando preocupación en la comunidad científica nacional. Se reportó por primera vez en 1940 y ya para la década de 1970 se habían hecho los primeros informes que hablaban de la eutrofización del Lago de Maracaibo.

El doctor González aseguró que la eutrofización del Lago de Maracaibo “se originó a partir del desarrollo de la actividad petrolera por todo el impacto que esta ocasiona, incluyendo deforestación, descarga de aguas residuales, construcciones y el petróleo en sí mismo”. Según los expertos químicos, el contenido de nitrógeno del petróleo está en estructuras químicas que no permiten su uso (como metabolito) por parte de los organismos vivos; de allí su altísimo riesgo.

Problemas asociados

Para el doctor González, el Lago de Maracaibo “es una caja de resonancia de lo que ocurre en la cuenca, que es transfronteriza”. El Río Catatumbo, que nace en el departamento de Norte de Santander, en la parte oriental de Colombia, desemboca en sus aguas y deposita en ellas más del 50 % de sus nutrientes.

En la cuenca del Lago de Maracaibo se observan tres grandes fuentes de nutrientes asociados a la eutrofización:

– Aporte de afluentes o tributarios y tierras agrícolas. Las actividades agrícolas pueden aportar entre 22 y 100 toneladas anuales de fósforo total por metro cuadrado y entre 500 y 1 200 toneladas anuales de nitrógeno total por metro cuadrado. Según datos de 2009, el Río Catatumbo aporta 53,45 toneladas diarias de nitrógeno total y 18,87 toneladas diarias de fósforo total. En resumen, se habla de 115 toneladas diarias de nitrógeno y 35 toneladas diarias de fósforo entre tributarios y tierras agrícolas.

– Aguas servidas sin tratamiento o tratamiento inadecuado. Unos 10000 litros de aguas servidas sin tratamiento entran al Lago de Maracaibo por segundo. En la actualidad, pocas de las plantas de tratamiento están operativas.

– Cultivos acuáticos (camarón) e industria del cangrejo azul. Después del petróleo, el camarón y cangrejo azul son el segundo desarrollo económico de la región. “Lo importante es que esas aguas sin tratamiento entran de manera puntual y no difusa. Hay un canal de desagüe que puede ser tratado fácilmente”, acotó el doctor González.

Otro punto en contra es el aspecto legal. El Decreto Nº 883. Normas para la Clasificación y el Control de la Calidad de los Cuerpos de Agua y Vertidos o Efluentes Líquidos fijó los límites máximos permitidos de concentraciones de fósforo y nitrógeno en las aguas: 10 miligramos de fósforo por litro y 40 miligramos de nitrógeno por litro. No obstante, “son muy altos. Con apenas 70 microgramos por litro ya estamos hablando de un sistema eutrófico. Hay que revisar esa cifra”, precisó el científico de la UCV.

Avances recientes

En agosto del año pasado, se realizó el Primer Encuentro Técnico Científico Popular para el Rescate, Conservación y Desarrollo Sostenible del Lago de Maracaibo, al cual asistió el doctor González. El evento fue organizado por la Vicepresidencia Sectorial de Servicios y Obras Públicas y la Comisión Presidencial para el Rescate, Conservación y Desarrollo Sostenible del Lago de Maracaibo.

Allí se establecieron seis vértices de acción:

  1. Monitoreo, Caracterización y Diagnóstico de Aguas y Ecosistemas del Lago de Maracaibo.
  2. Poder Popular y Gobernanza.
  3. Emisiones y Efluentes.
  4. Recuperación y Restauración de la Cobertura Vegetal de la Cuenca del Lago de Maracaibo.
  5. Formación, Investigación y Divulgación Climática
  6. Seguridad y Guardería Ambiental.

El doctor González afirmó que en la actividad también se acordó rehabilitar las plantas de tratamiento de agua (23, de las cuales 13 son consideradas prioritarias). Incluso “se habló de crear un cinturón vegetal de amortiguación de nutrientes donde terminan los campos agrícolas de manera de que se puedan sembrar especies autóctonas que asimilen esos nutrientes y no lleguen al lago”, explicó.

Problema de Estado

Tanto Naciones Unidas (ONU) como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reconocen que la eutrofización incide negativamente sobre los usos del agua e instan a los países a ejercer acciones para contrarrestar sus efectos nocivos.

Con Información de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (ACFIMAN)