Prof. Luis Núñez Facultad de Ciencias El cuerpo humano está compuesto en un 70% de agua, razón por la cual la misma juega un papel muy importante en el funcionamiento de nuestro cuerpo: las reacciones químicas, la respiración, la circulación, el funcionamiento de los riñones, la desintoxicación, la digestión, los sistemas de defensa, la piel, en fin, todo lo que es necesario para mantener la vida. Lo que indica que es necesario reponer el líquido que se pierde a través de la sudoración. Se pierde agua con cualquier actividad diaria y al hacer ejercicio a causa del calor, esta se pierde a través de la transpiración, la orina y la respiración. Cada vez que se orina se pierde aproximadamente una taza de agua. El agua también ayuda a regular la temperatura corporal, es decir actúa como un mecanismo de termorregulación, para mantener la temperatura corporal cercana a los 37ºC. Cuando por cualquier circunstancia se produce un aumento de temperatura automáticamente surge la transpiración y por la evaporación del sudor se produce perdida de calor y así se puede mantener la salud y la eficiencia del organismo. Se hace referencia a lo antes expuesto debido a que en la actualidad existen un gran número de personas que erradamente manifiestan perder peso y quemar grasa a través de la sudoración cuando se ejercitan, pero en realidad su cuerpo está emitiendo una repuesta a los cambios bruscos que produce la actividad física y que está dirigida a perder calor por evaporación de los líquidos eliminados. Es muy común ver en las calles, parques y gimnasios a usuarios empleando chaquetas y monos plásticos, bolsas, sauna o cualquier otro método artificial para estimular el aumento de la temperatura y por ende la sudoración y con ello recuperar o adquirir una buena figura con la pérdida de peso corporal, resulta que el uso excesivo de de estas indumentaria, lógicamente aumenta la temperatura y por lo tanto la transpiración y con ella la eliminación de agua y minerales tales como el sodio y el potasio además del magnesio, cuya ausencia puede ocasionar calambres, porque dichos minerales interviene en la transmisión del impulso nervioso que ocasiona la contracción muscular. Si tu meta es perder peso y reducir los niveles de grasa en tu organismo, lo que se recomienda es poner en practica actividades de baja o media intensidad pero por un tiempo más prolongado (ejercicios aeróbicos) para así incremental la degradación de la grasa utilizándola como combustible, andar o correr propician un mayor consumo de lípido, a esto se le puede sumar andar en bicicleta, bandas deslizante y spinning entre otras. Un cuerpo con menor temperatura controlada por una transpiración natural permite incrementar el tiempo de duración al ejercitarse lo que a la larga va a permitir degradar las grasas y por lo tanto también se reduce el peso corporal, al mismo tiempo que mejora la fuerza, la resistencia y el tono muscular. Navegación de entradas El impacto de la Tecnología Emergente Blockchain en la Educación LXVII Aniversario Facultad de Ciencias UCV. ‘’Esencia de la excelencia’’