Pesas destacadaFoto: Pixabay

Prof. Luis Núñez

Facultad de Ciencias

Si en algún momento haz sentido que por causa del frio, miedo, emoción o incluso por estímulos táctiles, tu piel se ha erizado o provoca algo mejor conocido como piel de gallina, entérate que dicho efecto es producido por la acción de los músculos horripiladores.

Los músculos horripiladores, también conocidos como músculos erectores del pelo, son pequeños músculos lisos ubicados en la base de cada folículo piloso y se contraen de forma involuntaria. Su función principal es contraerse y hacer que el vello se erice, creando la conocida «piel de gallina» o pilo erección.

Debajo de cada pelo o vello podemos encontrar un pequeño músculo que puede actuar como un mecanismo de termorregulación del cuerpo, es decir, cuando estamos expuestos a bajas temperaturas, estos músculos tienen la propiedad de contraerse, provocando que los vellos se pongan de punta y la piel se erice, creando pequeños bultos en grandes cantidades que semejan a una piel de gallina, cuando esta desplumada, esta acción ayuda a crear una capa de aire que puede ayudar a mantener el calor, pero en la actualidad se piensa que esta función en el ser humano es vestigial, es decir, que queda como resto de algo que ya ha perdido su función.

Dicha afirmación tiene sentido si tomamos en cuenta a nuestros antecesores que tenían abundante pelo por el cuerpo, como los chimpancés, quienes realmente se beneficiaban de dicha función al exponerse a bajas temperatura, lo mismo podríamos decir de aquellos animales que como el gato y el oso cuyo abundante pelo lo ayudan a aislar el frio produciendo calor al contraer los músculos antes mencionados, pero la evolución, y los cambios climáticos en los cual nos hemos visto envuelto ha ocasionado que el ser humano cada vez sea menos peludo o velludo, producto de adaptaciones biológicas, que es un proceso fisiológico, rasgo morfológico o modo de comportamiento de un organismo que se  han transmitido de generaciones posteriores, garantizando la continuidad, en este caso de la erección de los pelos, sin embargo, muchos piensan que esta es una función inútil y que por tal razón los músculos horripiladores, el apéndice, el coxis, y la glándula mamaria masculina, entre otros, son considerados órganos vestigiales que son estructuras en el cuerpo humano que han perdido su función original o que tienen una función reducida en comparación con sus ancestros evolutivos.

Después de leer este artículo, puedes pensar que lo mejor para el frio es un buen abrigo, te recuerdo que los «abrigos» a los que te refieres, probablemente sean los abrigos de piel de animales, que tienen una función similar a la de los músculos erectores del pelo en los mamíferos: aislar del frío al erizar el pelo y crear una capa de aire aislante. Así que por ningún motivo puedes olvidarte de los músculos horripiladores.