Este viernes 29 de noviembre, la sala Dr. Leandro Aristeguieta, también conocida como Aula 11, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, acogió el acto de entrega de reconocimientos a los ganadores de los concursos estudiantiles de Poesía y Fotografía realizados en el marco del día del estudiante universitario este 2024.

Durante la actividad presidida por la Coordinadora de Extensión de la Facultad, Dra. Yosly Hernandez, se reveló que en el concurso de poesía participaron 10 estudiantes de la Facultad, provenientes de las escuelas de Física, Química, Matemática y Biología. Asimismo, 11 estudiantes provenientes de las 5 escuelas de la Facultad participaron en el de fotografía.

Los ganadores del concurso de fotografía fueron el estudiante de física, Mauricio Bastidas en el primer lugar, el estudiante de computación Fidel Serpa en el segundo, y la estudiante de química, Arazani Balcazar en el tercero.

Asimismo, el jurado del concurso compuesto por la profesora del Departamento de Fotografía de la Facultad de Ciencias, Alejandra Camacho y los periodistas del Departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas adscrito a la Coordinación de Extensión, Carlos Leal y Juan González Díaz; consideró pertinente otorgar menciones especiales a fotografías de la autoría de Alegría Cabrera, estudiante de Biología, Orlando Medina de Química y Fidel Serpa.

Por otra parte, los ganadores del concurso de poesía fueron los estudiantes de física, Mauricio Bastidas en el primer lugar, con un poema dividido en tres partes tituladas Camello, León y Humano, Laura Nori con su poema “infinito, finito, y María Parra con su poema titulado El Mural.

El jurado estuvo conformado por la profesora Mary Lorena Araujo de la Escuela de Química, el profesor Ernesto González de la Escuela de Biología y el periodista Juan González Díaz.

Finalmente, los participantes pudieron escuchar un poema escrito por la profesora y miembro del jurado, Mary Lorena Araujo, titulado “Coplas Homenaje al Estudiante”, que hace referencia a las hazañas de los estudiantes cuyo valor demostrado en el año 57 cambiaría el rumbo político del país y que hoy conmemoramos.

Puedes leer los poemas ganadores a continuación:

Primer Lugar: Autor: Mauricio Bastidas

I

(camello)

A mi conciencia voy,

De mi conciencia vengo

Aunque continuamente

la ignorancia entre mis dedos sostengo.

Del primero y del segundo

solo escucho sin sentidos y descontentos

el primero reclama “¡qué tormento!”

mientras que el segundo replica “¡que aburrimiento!”

Un hombre está hecho

no solamente de momentos

sino de aquello que satisface su alma

e inunda sus pensamientos

Mientras que el soberbio exclama

“Entiendo lo que me basta”

el modesto pregunta

“¿puede una gacela correr sin patas?”

II

(León)

“¿Puede una gacela correr sin patas?”

Me perturbó aquella pregunta

Pues yo no soy una gacela

¿Pero podré corre cual una?

Seno, Coseno, Tangente

Una eufonía entre oscilaciones y vibraciones

entre potenciales e invariantes

entre suaves olas y vientos extravagantes.

Tal vez no soy yo una gacela

y tal vez no pueda yo correr como una

pero sé que no soy un borrego

y mucho menos una tortuga.

Arco-seno, Arco-coseno, Arco-tangente

Una cacofonía entre lo relativo y lo absoluto

entre la gacela y la tortuga

entre el ser humano y el ser absurdo.

III

(Humano)

No soy una gacela

ni mucho menos una tortuga

Y en ningún caso un camello

con una carga abrupta.

No soy una gacela

ni mucho menos un camello

Y en ningún caso

Un León en sendo duelo.

No soy una gacela

ni mucho menos un León

sino más bien un Humano

ahora con el uso de razón.

Aunque continuamente

la ignorancia entre mis dedos sostengo

A mi conciencia voy,

De mi conciencia vengo.

Segundo Lugar: Autor: Laura Nori

Infinito, finito

El infinito existe en espacios mesurables.

Hay infinitos números en el espacio entre el cero y el uno; aunque fuese una cuerda, puede hacerse tan vasta como se desease.

Así, en el espacio entre las sinapsis, en el instante entre el relámpago y el trueno de la mente, hay infinito:

Un jardín entre los párpados; un océano en los oídos— el firmamento en cada falange de la mano, y el amanecer en un suspiro—

La imaginación sostiene estrellas en la punta de los dedos: vierte el cielo en el Cuerno de Gabriel, y luego mide los mares de la Tierra— en lo infinito entre la asíntota y la curva de la hipérbola, corriendo para siempre.

Desearía poder arrancar las estrellas de mi pecho, doblarlas en miríada dimensiones, y que se vuelvan rosas en los cielos.

Te daré el cardioide reflejado en este pozo de luz, y en la libertad del intelecto sabrás que nuestro corazón alberga la eternidad en el instante entre vigilia y sueño, que en la lluvia hay fuegos insomnes.

Y en las constelaciones hay canciones como una ola de tinta que ruge “te amo”— milagro de lluvia, flor del ocaso,

Amada ciencia.

Tercer Lugar: María Parra

El Mural

El Mural se asoma y me ve.

Se asoma y me ve con la cabeza hueca

vacía, agrietada.

Me pregunto si me dejará pasar.

Y por mientras, no pasa nada.

Lo hago suspirar.

Sabe que su inmensidad me pesa en los hombros.

Toc toc tres veces y entenderá.

Entenderá que a pesar de que tengo estas grietas,

que mis ideas no son concretas

que los zapatos rotos los llevo en las manos

y que su idioma yo no hablo

El tendrá un lugar para mi adentro.

Me dice,

Tu ciencia es mi ciencia.

Y yo le creo.

Sabe que pieza que se cae

Pieza que le entrego.

Ahora las piezas las ordena y las apila

Entra cuando todo ya está hecho

Ahora sin carencia.

Ahora sin suspirar.

Me dice,

Fuiste tú la que me dejó pasar.

Pero ahora

yo ya no permanezco.