La científica ingresó formalmente a la ACFIMAN y pasó a ocupar el Sillón I, sucediendo al matemático Luis Báez Duarte

Antes de ella, cuatro hombres ocuparon el Sillón I de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN). La doctora Alicia Ponte-Sucre se convirtió en la quinta persona y primera mujer en corresponderle esa distinción −de carácter vitalicia− como Individuo de Número.

Discurso de Incorporación

Es un gran honor para mí el haber sido electa por esta insigne corporación”, dijo la académica durante la Sesión Solemne de Incorporación celebrada este 12 de junio en el Paraninfo del Palacio de las Academias en Caracas, acompañada por la Junta de Directores de la ACFIMAN, que preside la doctora Liliana López. “Una institución que, por más de un siglo, con su trabajo dedicado y constante, observa, analiza y considera aspectos clave relativos al desenvolvimiento y la preservación de la ciencia en pro del desarrollo de los individuos, el país, y por qué no, del continente hispanoamericano”.

Dra. Alicia Ponte-Sucre (Cortesía: Rodrigo Ponte)

Raíces médicas

Desde el púlpito de Santo Tomás de Aquino, la licenciada en Educación, mención Ciencias Biológicas y Químicas, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB, 1978), pronunció su discurso en el que recordó sus orígenes, elogió a sus antecesores y actuales colegas y mostró parte de sus contribuciones científicas, sin dejar de destacar su especial sensibilidad por las artes y por su país.

Sobre sus raíces, la doctora Ponte-Sucre aseguró que, además de sus padressus principales modelos de vida habían sido médicos. Mencionó así a su bisabuelo, Manuel María Ponte y Domínguez (1834-1903), exrector de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y uno de los pioneros en el estudio de la asepsia y antisepsia en Venezuela; y su padrino, Armando Sucre Eduardo, exdirector de la Maternidad Concepción Palacios y del Hospital de Niños José Manuel de los Ríos. “Al primero no lo conocí, mas comencé a admirarlo en casa de mis abuelos Ponte Rodríguez. A mi tío-padrino −Armando− lo disfruté enormemente desde pequeña, y aprendí de él su amor por la medicina y por sus pacientes, los niños”.

El Sillón I en el tiempo

En cuanto a los anteriores ocupantes del Sillón I de la ACFIMAN, la graduada de la maestría en Biología, mención Fisiología y Biofísica, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC, 1981), tuvo unas palabras de reconocimiento.

Mencionó que Felipe Aguerrevere (1846-1934) fue el primer ocupante del Sillón I, pero falleció pocos meses después. Cuatro años más tarde, lo reemplazó Luis Urbaneja Tello (1875-1947). “Estos ilustres antecesores fueron ingenieros civiles y contribuyeron a consolidar los estudios en ingeniería y el trazado de las líneas de ferrocarril y carreteras del país, aportando de forma contundente a la modernización de Venezuela durante el siglo XX”, precisó la doctora Ponte-Sucre. De Antonio Requena (1911-1973) recordó su trayectoria como médico y arqueólogo, ejerciendo su profesión en hospitales públicos y clínicas privadas. También fue docente de la UCV, “pionero e impulsor de investigaciones científicas en torno a la arqueología y antropología precolombina”. Finalmente, el último en ocupar el Sillón I fue Luis Báez Duarte (1938-2018).

Cortesía: Rodrigo Ponte

Luis Báez Duarte

Báez estudió matemáticas en el Instituto de Tecnología de California (Caltech). En Venezuela, fue fundador del Departamento de Matemáticas del IVIC, además de profesor de la UCV, Universidad Metropolitana (Unimet) y Universidad Simón Bolívar (USB), entre otras. Asimismo, fue profesor en la Universidad de California en San Diego y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos (EE. UU). Su labor fue recompensada con el Premio Fundación Empresas Polar Lorenzo Mendoza Fleury en 1998.

Si hay una institución que, según la doctora Ponte-Sucre, la une con Báez es la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). “Báez comenzó allí sus estudios en Ingeniería y yo culminé mis estudios en Educación”, precisó. Por otro lado, “el año en el cual Luis inició sus estudios universitarios fue el año de mi nacimiento (1955). Además, el año en el cual Luis se incorpora a la Academia como Individuo de Número corresponde con el año en el cual presento mi concurso de oposición como instructor en la Cátedra de Fisiología de la UCV al culminar mi maestría en el IVIC”, relató la doctora en Ciencias, mención Farmacología, de la UCV (1993).

Aprendiendo de Leishmania

Las investigaciones de la doctora Ponte-Sucre se centraron inicialmente en el comportamiento fisicoquímico de membranas artificiales. Fue también de su interés la caracterización bioquímica de receptores sinápticos involucrados en la contracción de la musculatura lisa de las vías aéreas y los procesos de activación celular vinculados a estos receptores.

A partir de 1988, su enfoque investigativo se ha centrado en la comprensión de los mecanismos fisiológicos y metabólicos que regulan la supervivencia, que son responsables de la susceptibilidad o resistencia a fármacos o que intervienen en la interacción parásito-hospedero en organismos como Leishmania.

La leishmaniasis es una enfermedad infecciosa causada por más de veinte parásitos unicelulares y que se transmite por la picadura de mosquitos flebótomos hembra. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad se manifiesta en tres formas: cutánea, mucocutánea y visceral. La cutánea provoca lesiones en la piel, sobre todo ulcerosas (llagas), que pueden dejar cicatrices de por vida y causar discapacidad grave o la estigmatización de la persona. La mucocutánea destruye parcial o completamente las membranas mucosas de la nariz, boca y garganta. La sistémica o visceral (kala-azar) afecta órganos internos y sin tratamiento es mortal en más del 95 % de los casos; también produce episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso, hepatoesplenomegalia y anemia.

Interacción parásito-hospedero

La académica se dedica a la comprensión del metabolismo, sistemas de transporte, procesos de diferenciación celular y de interacción parásito-hospedero fundamentales para la supervivencia y el éxito de la infección por Leishmania. De igual forma, trabaja en la identificación y caracterización de productos naturales y compuestos diseñados como potenciales agentes terapéuticos, así como en la comprensión de los mecanismos fisiológicos asociados al desarrollo de la resistencia a drogas.

“Parte de nuestra investigación ha estado orientada hacia un mejor entendimiento de la naturaleza de la interacción parásito-hospedero a nivel celular. La comprensión de cada uno de los pasos involucrados puede resultar ventajosa para el desarrollo de estrategias de control, de prevención y de tratamiento. Por eso, nos interesa el estudio de cómo el parásito detecta y procesa las señales del entorno y actúa en consecuencia”, explicó durante su discurso.

Asociación Cultural Humboldt

Pero no todo es ciencia para la fundadora del Laboratorio de Fisiología Molecular de la Facultad de Medicina de la UCV. “Mantengo gran afición por las artes, especialmente la música y la danza”, dijo la Individuo de Número de la ACFIMAN.

Cortesía: Rodrigo Ponte

En la actualidad, la doctora Ponte-Sucre es miembro de la Asociación Cultural Humboldt (ACH) y del Consejo Consultivo de la misma. De esta asociación también fue presidenta (2016-2018) y coordinadora del Consejo Consultivo (2018-2021). Fundada en 1949, la misión de la ACH es “difundir y fomentar nacional e internacionalmente las culturas venezolana y germánica, en sus aspectos científicos, literarios, artísticos y lingüísticos”, según se lee en su sitio web. Pertenecer a la ACH “es un capítulo natural de mi historia, una experiencia enriquecedora que me mantiene activa en la misión de la importancia de la difusión de la ciencia y la cultura. Lo llamo ‘hacer civilidad’. Vale la pena el esfuerzo, el cual complemento con la escritura de libros de cuento para niños, otra de mis grandes pasiones que disfruto en todos los sentidos”, dijo la investigadora.

Para la profesora de la UCV, “en el momento actual, igual que siempre, pero más que nunca, las Academias son entes de discusión fundamentales que, con sus opiniones y legados, colaboran en la escogencia del rumbo de desarrollo hacia el cual el país debería orientarse. Es un privilegio interactuar con colegas académicos, quienes con sus análisis contribuyen a la consolidación de una nación de ciudadanos con información adecuada, responsables y trabajadores, con el objetivo claro de hacer nuestro país uno mejor y próspero”.

Conocimiento reconocido

Hoy en día, la doctora Ponte-Sucre es miembro de la Junta Directiva de la Fundación Venezolana para el Avance de la Ciencia (Fundavac) y miembro fundador y vicepresidenta de la Fundación Universitaria Fundadiagnostica-Unideme de la UCV. Adicionalmente, es miembro de la Asociación Venezolana y Latinoamericana de Farmacología, Sociedad Venezolana y Latinoamericana de Ciencias Fisiológicas, Sociedad Parasitológica Venezolana, Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene y de la Deutsche Tropische Gesselschaft.

La ciencia en gran escala complementa el trabajo creativo del investigador individual. Este explora los límites de la naturaleza; se fundamenta en conceptos, técnicas, instrumentos y reactivos que, coordinada y sistemáticamente, identifican retos cuya solución supera las fortalezas de un investigador individual”, insistió la profesora titular emérita de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la UCV.

La doctora Ponte-Sucre ha recibido varios galardones, como el Premio Anual José María Vargas al mejor trabajo publicado en la Facultad de Medicina de la UCV (1998, 2001); y la Orden “José María Vargas” (Primera Clase), la máxima condecoración otorgada por la UCV a los miembros destacados del cuerpo docente (2003).

“La búsqueda del conocimiento es un rasgo que identifica al ser humano”, señaló la primera venezolana en recibir la beca Georg Forster de la Fundación Alejandro de Humboldt (Alexander-von- Humboldt-Stiftung), cuyo aporte le permitió disfrutar de un año sabático en la Universidad de Würzburg de Alemania. “Hacer ciencia está incorporado a nuestro ADN, crear conocimiento exalta nuestro rasgo humano y expande el horizonte de posibilidades para mejorar las condiciones de vida de la sociedad en la que vivimos”.

Discurso de Contestación

Dra. Gioconda Cunto de San Blas (Cortesía: Rodrigo Ponte)

Luego de que la doctora Alicia Ponte-Sucre prestara juramento como Individuo de Número de la ACFIMAN, la doctora Gioconda Cunto de San Blas (Sillón XX) ofreció el Discurso de Contestación de esta Sesión Solemne.

Estirpe paterna

Para demostrar que “la motivación le viene de muy atrás”, la doctora San Blas se refirió brevemente a la estirpe paterna de la doctora Ponte-Sucre. Según la académica, el apellido Ponte “se originó en Cristóbal Ponte, nacido en Génova, cuya descendencia se trasladó a las Islas Canarias. Dos de ellos, Tomás y Juan de Ponte, fundaron la estirpe en Venezuela y ocuparon importantes cargos en la estructura colonial de la Caracas de la época”.

Publicaciones

En cuanto a la “larga lista de publicaciones” de la homenajeada, la doctora San Blas mencionó la más reciente, titulada “Desafíos en el descubrimiento y descripción de drogas contra Leishmania, enzimas, proteínas estructurales y transportadores”. El artículo, publicado a fines de 2023 en Frontiers in Tropical Diseases, fue escrito en conjunto con Alexis Mendoza León y María Luisa Serrano.

“Los tres autores, con autoridad que emana de décadas de estudio sobre el tema, discuten los alcances de la quimioterapia, la generación de quimiorresistencia a las drogas en uso, así como las investigaciones en torno a la búsqueda de nuevos compuestos que, al afectar rutas metabólicas distintas, burlen los mecanismos de resistencia creados a lo largo de tratamientos convencionales contra la leishmaniasis y conduzcan al establecimiento de tratamientos alternativos novedosos y efectivos, sin duda, un proyecto de largo aliento”, agregó la doctora San Blas.

Hasta la fecha, la doctora Ponte-Sucre cuenta con 104 publicaciones en libros y revistas especializadas o como capítulos, más de 180 comunicaciones libres a congresos y jornadas y un libro en solitario.

Trabajo de Incorporación

La doctora San Blas también hizo alusión al Trabajo de Incorporación al Sillón I de la doctora Ponte-Sucre. Bajo el título “Fisiología imperceptible en Leishmania. Sensación y percepción de señales y transducción intracelular. Rol potencial en la interacción parásito-hospedero”, la autora “analiza el cúmulo de señales que el parásito debe interpretar para adecuarse y sobrevivir a los drásticos cambios ambientales que enfrenta en su tránsito entre el insecto vector y el mamífero hospedero, es decir, la capacidad de mantener la estabilidad interna, compensando los cambios del entorno mediante un intercambio regulado con el medio externo o ajeno”.

Lo intangible

En opinión de la doctora San Blas, “las cualidades que deben adornar a un académico sobrepasan lo estrictamente científico experimental”. Y aunque la normativa legal de la corporación no diga nada al respecto, “es un sentimiento general del cuerpo de académicos que quien ingrese debe también ser poseedor de cualidades ciudadanas y sentido de pertenencia a la institución que signifiquen una suma de valores para ambas partes. En este sentido, la doctora Ponte-Sucre cumple a cabalidad estos requisitos innominados. Su dedicación institucional ha sido probada una y otra vez a lo largo de los años”.

Como parte ineludible de su sensibilidad humana y “entrega a causas nobles”, la doctora San Blas citó el extracto de un artículo escrito por la doctora Ponte-Sucre en la plataforma abierta Medium, donde se autodefine como “una aficionada a la escritura infantil desde un ámbito indefinible que está entre mi imaginación y mi amor por la ciencia”. También comentó que en la red social X la académica se presenta como una “enamorada de la vida” con el nombre de usuario @SophiaMinerva, “invocando en un solo vocablo a las diosas griega y romana de la sabiduría, protectoras de las artes y el conocimiento”.

Estirpe materna

Para cerrar su Discurso de Contestación, la doctora San Blas habló de la estirpe materna de la doctora Ponte-Sucre.

“Enviado desde España a Santiago de Cuba como Capitán General en 1723, Carlos Francisco de Sucre y Pardo es trasladado en 1728 a Venezuela como gobernador de la Nueva Andalucía, Cumaná y Cumanagotos, por Cédula Real expedida en Aranjuez en 1729, extendiendo su jurisdicción a las fortalezas de Guayana y el Bajo Orinoco. Con este cargo se convierte en el fundador de la rama de la familia que se estableció en América del Sur, de la cual surgieron diversos personajes relevantes en la historia colonial venezolana. El más destacado, sin duda, Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho y presidente de la naciente Bolivia desde 1826 hasta 1828”, narró la académica.

Del Gran Mariscal de Ayacucho la doctora San Blas resaltó su trayectoria cívica, “que bien podemos asimilar hoy a las inquietudes actuales de nuestra corporación en materia educativa para el país, probada una y otra vez en los programas que sustenta, una ruta que como país retomaremos, cuando en los tiempos por venir podamos reinstaurar la senda civilizada que caracteriza el desarrollo de las naciones. Ese momento encontrará a Alicia actuando sin pausa en favor de las mejores causas educativas”.